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Aprender, corregir y andar.


https://www.cibercuba.com/noticias/2016-10-01-u157374-huracan-matthew-baja-categoria-4-su-entrada-cuba

Barranquilla, 3 de Octubre de 2.016


“Hoy que sólo del vodka queda la resaca, yo me niego amor mío a cambiarme la casaca”, así como lo canta Frank Delgado, nos corresponde sacar lo mejor de nosotros en una situación que lo exige.

No son tiempos de lamentos ni de relativizaciones a la hora de asumir las responsabilidades.


Unidad vs dispersión

La izquierda y los llamados sectores democráticos del país amigos de la paz, fuimos incapaces de articular las iniciativas y trabajar en un solo cuerpo, cada quien desde su parcela consideró que podía hacer lo propio, cada quien pensó que podía acumular para sí el terreno suficiente para hacer de la Paz una oportunidad para saltar a la arena política-electoral.

Sólo se necesitaba unificar en un frente o en un comité los mensajes, el lenguaje, el diseño, los colores y las herramientas para convocar a los colombianos a votar por la Paz, las regiones quedaron a merced de la iniciativa propia y de sus exiguos recursos.

Consideramos que al ser una campaña atípica, que debería concitar el entusiasmo generalizado, la gente se convencería sola y que además saldría sola a votar, craso error. Nada surge por generación espontánea, cuánta ingenuidad.

Una vez más, la historia nos dice que dispersos no vamos a ningún Pereira, ¿hasta cuándo insistiremos en lo mismo?


El gobierno

Su principal apuesta, por la que se jugó su capital y trayectoria política se encuentra en una incertidumbre jurídica y política que deberá sortear en un tiempo razonable, sea por vía legislativa o elaborando alguna fórmula que saque del callejón en que se encuentra la bandera de la Paz.

Su ambivalencia a lo largo del proceso, el desprestigio y estigmatización constante que importantes funcionarios dejaron caer sobre las FARC le restó credibilidad al proceso, cómo es posible que se negocie con “terroristas, bandidos y narcotraficantes” y luego se invite a votar para que “ellos puedan ser elegidos o participar en política sin pagar un día de cárcel”, este contrasentido del gobierno tuvo un alto costo, difícil de ponderar en votos.

El jefe de la campaña por el SI, un expresidente que poco entusiasmo despierta, más allá de sus merecidos tapabocas a Uribe, no logró aglutinar a la llamada Unidad Nacional alrededor de la Paz, sus congresistas, alcaldes y gobernadores, plenamente facultados para hacer campaña fueron incapaces de convencer a su electorado sin la mediación de la “mermelada”.


La democracia

Hay un fracaso contundente del sistema de participación, la gente no cree en él desde hace mucho tiempo. El estruendoso 62.5% de abstención en el plebiscito supera las dos últimas elecciones (territoriales y segunda vuelta presidencial). A la gente no le importa lo que se esté decidiendo, sea por desinformación, manipulación o apatía, esta realidad inobjetable debe ser contrarrestada con la implementación del voto obligatorio y con una educación política que permita al elector tomar consciencia de la importancia de su voto.

La legalidad del plebiscito no está en ciernes, la legitimidad es el asunto de fondo. No pongo en duda la victoria del NO, como seguramente lo habrían hecho si el SI hubiese ganado por tan estrecho margen, sino que esto debe propiciar un gran debate sobre las necesarias reformas al sistema electoral colombiano que está podrido, no hay otra salida que modernizarlo y hacerlo transparente, así y sólo así la gente sentirá que su voto está empoderado.

Habrá que vencer a quienes se han beneficiado históricamente de los lunares del sistema electoral.


El Uribismo

Demostraron cohesión, unidad, disciplina y convicción en una causa: la continuidad de la guerra como combustible político.

Fue el único sector político que articuló y trabajó de forma denodada por el NO. Este triunfo es de ellos, aunque signifique una derrota para el país. Ahora que ganaron entrarán a desgastar y socavar lo pactado en La Habana, jugarán con los tiempos y le echarán las culpas de diálogos infructuosos al gobierno y a las FARC, están en un escenario altamente favorable para ganar las presidenciales de 2.018. Políticamente fueron los vencedores de la jornada.


Las cifras

Habilitados para votar: 34.899.945

Votos por el No: 6.431.191

Votos por el SI: 6.374.951

Diferencia: 56.240

Abstención: 62.5%


Segunda vuelta presidencial 2.014

Juan Manuel Santos: 7.816.986

Óscar Iván Zuluaga: 6.905.001

Uribismo y gobierno muestran un decrecimiento considerable.


Las FARC-EP

Su comandancia e instancias internas se han expresado en el sentido de seguir aportando a la construcción de la Paz y de usar la palabra como única arma. Este limbo, seguramente traerá de ellos reflexiones y fórmulas que plantearán en La Habana para salirle al paso a semejante escollo. Su disposición irreversible es un asunto que los colombianos deberemos ponderar en lo venidero.


Por ahora, es necesario convocar a las fuerzas vivas a analizar y tomar decisiones respecto del quehacer.


Atentamente.

Gary Martínez Gordon


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